jueves, 15 de marzo de 2012

Tu eres el resultado de Ti mismo (Pablo Neruda)

Tu eres el resultado de ti mismo.
No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie porque fundamentalmente tu has hecho tu vida. Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer; las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil, no te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.
No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso. Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tu únicamente tu, nadie pudo haber sido por ti. No te olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es el presente.
Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los violentos, a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo. Piensa menos en tus problemas y mas en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser mas grande, que ese, es el mas grandes de los obstáculos. Mírate en el espejo de ti mismo. Comienza a ser sincero contigo mismo reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte. Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti mismo, mas libre y fuerte, dejaras de ser un títere de las circunstancias, por tu mismo eres tu destino y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
 Levántate y mira por las montañas y respira la luz del amanecer. Tu eres parte de la fuerza de la vida. Ahora despierta, camina… Decídete y triunfarás en la vida. Nunca pienses en la suerte porque la suerte es el pretexto de los fracasados.